Repite la petición de anticipar las elecciones generales frente a las locales
El presidente de Castilla La Mancha, Emiliano García Page.
El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, ha pedido este viernes que las elecciones generales se celebren antes que las autonómicas y municipales, previstas para mayo de 2027, con el objetivo de que no se use a los ayuntamientos y comunidades de "infantería y de trinchera", si bien no ha dado una fecha en la que, a su juicio, deberían celebrarse.
García-Page ha realizado este planteamiento en la rueda de prensa tras la reunión de la Conferencia de Presidentes, que se ha celebrado este viernes en Barcelona, y en la que ha defendido que no se puede utilizar a ayuntamientos y autonomías para "que se desahogue la tensión social en España", y ha recordado que las últimas generales fueron un mes después de la "hecatombe" de las municipales y autonómicas; algo que a su juicio "no puede volver a pasar".
Page saludando al rey Felipe VI.En todo caso, se ha distanciado del planteamiento del Partido Popular, que "estaría pidiendo elecciones siempre que no las gane" y que lo ha hecho "casi desde el primer día de legislatura", por lo que ha matizado que él no pretende que sean "mañana ni pasado mañana" pero sí con carácter previo a las generales.
Ha recalcado que sería "desleal" con los ayuntamientos y las comunidades autónomas "ponerlos por delante para que se sigan llevando las bofetadas que parecen no importar en la política nacional".
Tristeza y decepción
García-Page ha reconocido que ha salido de la conferencia "triste" y "muy decepcionado" porque a su juicio "se está jugando al tactismo político" y ha admitido que le da "pena ver cómo se interpreta todo en clave de tactismo electoral".
Para el presidente castellanomanchego, la situación política es "tensa, dolorosa" e incluso "un callejón sin salida" y lo ha comparado con un "puzzle roto, con muchas piezas averiadas y prisionero de un ambiente de frentismo asfixiante, que hace estéril cualquier intento" de acuerdo.
Ha urgido a "recomponer este puzzle", algo que no siempre se arregla con elecciones, ya que las últimas generales "resultaron ser el puzzle más perverso de la política española".
Asimismo, ha manifestado que el Gobierno puede terminar la legislatura porque "los edificios no caen solos", aunque también ha añadido que formalmente se puede aguantar pero "el problema no es sostenerse en el gobierno; el problema es gobernar y qué entendemos por gobernar".
El saludo entre los presidentes Sánchez y PageFinanciación autonómica
Por otra parte, García-Page ha lamentado que la reunión ha finalizado no solo sin una votación sobre financiación autonómica o algún acuerdo, pues ha afirmado que no es "un ingenuo", sino ni siquiera con al menos "un compromiso dialéctico", y ha desvelado que ha solicitado dos veces que las comunidades autónomas cuenten con un calendario para el nuevo modelo de financiación, aunque ha dicho que no ha tenido respuesta.
Ha insistido en que el modelo de financiación lleva un retraso de 11 años, en los que los sucesivos gobiernos han descargado el gasto en las comunidades autónomas, y ha argumentado que no es un punto más, sino que "la financiación es la condición previa para que todo lo demás no se quede en agua de borrajas".
En cuanto a la decisión de la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, de ausentarse mientras el president de la Generalitat, Salvador Illa, hablaba en catalán, García-Page ha apoyado el uso de estas lenguas en los foros autonómicos y ha opinado que "el problema es quien usa el idioma como arma arrojadiza o arma excluyente".
Ha asegurado que no es el caso de Illa, por quien ha mostrado su respeto ya que "es quien ostenta la representación de Cataluña", y no otros que "se arrogan esa representatividad en el Congreso".
En todo caso, ha apuntado que "las tonterías, las idioteces y los insultos se pueden decir en cualquier idioma" y que "el problema no está en las palabras, sino en el uso que hagamos de ellas y las intenciones".
Preguntado también por las descalificaciones a exdirigentes socialistas, García-Page ha afirmado que él intenta evitar las descalificaciones, y que los insultos "demuestran muchísima debilidad y mucho nerviosismo; porque yo noto mucho nerviosismo y, en algunas ocasiones, miedo".
EFE