Creen que, tras los últimos sucesos, y ante la previsión de altas temperaturas, no se puede desmontar el operativo
Incendio en Torremocha el pasado día 13/ Infocam
El próximo 19 de septiembre, viernes, el gobierno regional tiene previsto desmantelar el 50% de los medios que se destinan a la extición de incendios, pero el CSIF ha pedido que no se haga. La Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSIF) reclama a la Consejería de Desarrollo Sostenible que mantenga todos los recursos disponibles tras un fin de semana muy complicado y ante el incremento de las temperaturas en las próximas jornadas.
Este fin de semana se han producido incendios en Alhambra y Solana del Pino (Ciudad Real); Villares del Saz (Cuenca); Cabanillas del Campo, Torremocha del Campo y El Casar -este último no contabilizado- (Guadalajara); Polán y Las Ventas con Peña Aguilera (Toledo), además de otro que se está produciendo esta mañana en Puertollano (Ciudad Real).
Recuerdan que en el incendio de Polán (Toledo), que ha sido el más grave del fin de semana, con aproximadamente 337 hectáreas afectadas, obligó a movilizar un convoy de medios desde la provincia de Ciudad Real porque no había suficientes medios en la provincia.
El sindicato recuerda que el día 12 se desactivó el 21% del dispositivo (23 medios: 16 de extinción y 7 de vigilancia) y el próximo 19 de septiembre el operativo se reducirá hasta quedar activo sólo el 50% de los medios a pesar de que continuará el periodo de riesgo alto.
Aunque la Junta de Comunidades sí mantiene las brigadas helitransportadas en Villares del Saz (Cuenca), Corduente, Peralveche y El Serranillo (Guadalajara), pero lo hace sin personal, lo que es contraproducente-señalan en un comunicado. Incluso acusan a la Junta de Comunidades de mantener el contrato de los helicópteros simplemente por imagen pero sin conservar a los bomberos forestales, que son los que realizan el trabajo efectivo de extinción, “lo que es una negligencia en caso de producirse un incendio forestal”.
Esta desactivación de medios tiene consecuencias reales y graves: cuando se reducen medios en una provincia se generan huecos que deben cubrirse con recursos desplazados desde otras provincias, aumentando los tiempos de respuesta y poniendo en riesgo tanto a los ciudadanos como a los profesionales. Con una planificación adecuada y con el 100% de las dotaciones activas en cada provincia, los recursos se habrían podido gestionar localmente, garantizando una respuesta más rápida y eficaz.