Cargadores del Cristo de la Pasión el viernes santo.Fotos: Guadalajara Diario.
Galería fotográfica en el interior.
Hubo que demorarla una hora para asegurar, pero al final salió. La procesión del Silencio y Santo Entierro se puede decir que salvó una semana santa en Guadalajara que vino pasada por agua. Dos de las procesiones del jueves santo y la matutina del viernes santo tuvieron que ser suspendidas, la de la Esperanza Macarena del miércoles santo fue acortada a un recorrido parroquial, con lo que solo la de la Misericordia el lunes santo y la citada del Silencio el viernes santo pudieron celebrarse sin novedad.
Cristo de Jesús de la Pasión a su paso por Santa María./GUDiario.
Mirando al cielo y a internet
Los cofrades alcarreños se han pasado la semana santa mirando al cielo y haciéndose unos expertos en interpretar los modelos de previión del tiempo que encontramos en internet. Como la predicción por horas es cada vez más precisa, no se deja nada a la improvisación y se actúa en consecuencia. Tras el fiasco del jueves santo en que se suspendieron las tres procesiones (Jesús Nazareno, Jesús de la Pasión y Cristo del Amor y de la Paz), la previsión nos decía que para las ocho de la noche del viernes cesarían las precipitaciones y que en el resto de la noche no llovería. Así que se decididó por asegurar, que las cofradías salieran una hora más tarde de sus respectivas parroquias con lo que la procesión de las cuatro hermandades como tal se iniciaría desde la Concatedral a las nueve de la noche. Y es lo que ocurrió.
Las mujeres de la cofradía de la Pasión portando la imagen de la Piedad/GUDiario.
Como es tradición, la cofradía de la Pasión del Señor abrió la procesión. Había ganas entre sus numerosos cofrades, porque no pudieron hacerlo en la madrugada del jueves al viernes santo. La hermandad desfiló con hábito morado y capirote negro (en la procesión del jueves es blanco) y con sus tres pasos: el Cristo de la Expiración, la Piedad portada por las mujeres y el Cristo Nuestro Padre Jesús de la Pasión, que lo cargan los hombres: todos ellos al estilo castellano, sobre varas y con palos para marcar el paso y sostenerlo en las paradas.
Paso de la cofradía de Nuestra Señora de los Dolores./GUDiario.
En segundo lugar desfiló la Cofradía de la Virgen de los Dolores con dos dos pasos: el del Calvario, compuesto por las imágenes de un Cristo crucificado y las de la Virgen, San Juan, María Magdalena y María de Cleofás a sus pies, todas ellas datadas entre 1996 y 2010, obras del taller de arte Dorrego. El segundo paso es el de la imagen titular de la Cofradía, la Virgen de los Dolores, que va en carroza bajo palio y ataviada con un soberbio manto negro palio y un paso del Calvario. Visten túnica blanca y capirote negro, con escudo bordado. La cofradía radica en la concatedral de Santa María y predominan las mujeres sobre los hombres.
Cofradía del Cristo Yacente del Santo Sepulcro con su imagen titular/GUDiario.
En tercer lugar desfiló la Cofradía del Cristo Yacente y del santo Sepulcro con dos pasos: La cruz desnuda de Jerusalén, obra de Demetrio Rojo, y el Cristo Yacente, obra realizada en 1943 por el escultor sevillano Fernando Cruz Solís, autor también de la talla del Nazareno de Guadalajara. La carroza sobre la que se porta el Santo Sepulcro y el Cristo Yacente fue construida en Cuenca por los hermanos Pérez del Moral. La Cruz desnuda es desplazada a través de una estructura de ruedas, mientras que el paso del Cristo Yacente es portado a hombros por una veintena de banceros. Los hermanos llevan capa roja y capucha negra sin capirote.
Imagen del Santo Sepulcro saliendo por el arco mozárabe de la concatedral. /GUDiario.
Al igual que la cofradía de La Pasión, la cofradía sigue una estética austera y castellana. Solo se escucha música de la dulzaina, que interpreta temas escogidos de semana santa, y el golpeo de los palos en el pavimento. A la salida del Cristo desde Santa María a hombros de los hermanos, se interpreta el himno nacional con la dulzaina. Con anterioridad tiene lugar en el interior del templo una ceremonia íntima, sencilla y emocionante, como es el traslado de la imagen del Cristo yacente -- que se conserva durante todo el año en una urna de un altar de Santa María--, hasta la plataforma utilizada para la procesión.
Hermandad de Nuestra Señora de la Soledad con su imagen../GUDiario.
Cierra la procesión del Silencio la Cofradía de Nuestra Señora de la Soledad que, es la hermandad más antigua de Guadalajara.La imagen titular de esta cofradía es una réplica de la antigua, destrozada durante los primeros días de la Guerra Civil, y es obra del imaginero José Martínez Duches, realizada en 1941. La imagen de la Soledad es portada por costaleros que van bajo la carroza y saca también a un cristo crucificado a hombros. Les acompaña una banda de cornetas y tambores. El culto a la Virgen de la Soledad la introdujo en España Isabel de Valois, tercera esposa de Felipe II, con quien contrajo matrimonio en 1560, precisamente en el magnífico Palacio del Infantado. En 2005 se recuperaron los faroles que tenía la antigua carroza y la cruz con el sudario, emblema de la cofradía. Los hermanos vosten capa negra de raso sobre hábito morado y capirote también negro.
Mucho público a la salida de la procesión en el entorno de Santa María y en la primera parte del recorrido,hasta Santo Domingo. Y menos en el resto al que se llegó con el retraso antes apuntado. Sobre la una de la madrugada la última imagen de la procesión, el Cristto Yacente, hacía su entrada en Santa María.
El alcalde de Guadalajara, la ministra de Trabajo y el delegado de la Junta, entre otros, en la representación institucional./GUDiario.
Presidió la procesión el obispo de la Diócesis monseñor Atilano Rodríguez. En las filas de autoridades, el alcalde Antonio Román, el delegado de la Junta Alberto Rojo, la ministra de Trabajo Magdalena Valerio, el subdelegado del Gobierno Ángel Canales, la vicepresidenta de la Diputación Ana Guarinos y la diputada al Congreso Silvia Valmaña, entre otros. Asistieron concejales del PP, PSOE y Ciudadanos.
