“Las Cristinas” escondían bajo tierra un cementerio medieval y restos de la muralla andalusí

Todo está siendo estudiado y documentado antes de seguir con las obras

cementerio las cristinasMás de 200 enterramientos han aparecido en el campus de Las Cristinas que ahora se estudian en detalle

Desde mediados del mes de mayo se vienen desarrollando, en el futuro Campus de la Universidad de Alcalá en Guadalajara, dos actuaciones arqueológicas de gran relevancia para la ciudad. Por una parte, la excavación de un notable cementerio tardomedieval en el extremo oeste del campus, junto a la calle Dos de Mayo, bajo la dirección técnica de los arqueólogos Ernesto Agustí y Carlos Caballero; y por otra, el descubrimiento de restos de la antigua muralla andalusí, en la calle Madrid, con el arqueólogo Ildefonso Ramírez como director.

Un cementerio del siglo XV

La excavación del cementerio se desarrolla en los terrenos que, una vez finalizado el nuevo campus, ocuparán un edificio dedicado a investigación y un aparcamiento subterráneo que dará servicio a todas las instalaciones universitarias. La presencia de los enterramientos que ahora se están descubriendo fue detectada en unos estudios arqueológicos, previos a la redacción del proyecto del campus.cementerio cristinasUno de los enterramientos descubiertos

Los trabajos realizados hasta el momento han permitido identificar, en dichos terrenos, más de 200 tumbas que se distribuyen con regularidad por la parcela y de las que ya se han estudiado 150. Se trata de una necrópolis de época bajomedieval, con cronologías en torno a los siglos XIV-XV. Los enterramientos, a los que acompaña un ajuar muy escaso tiene algunas inhumaciones cubiertas con bóvedas de ladrillo, un tipo de enterramiento, conocido como lucillo, que es característico de este momento.

El cementerio tiene muchas características en común con otra necrópolis bajomedieval que ya había sido estudiada, hace ahora un lustro, en los terrenos del actual cementerio municipal. Los datos obtenidos en aquella excavación, sumados a los que hasta ahora se han podido recuperar en los terrenos del campus, permiten suponer que nos encontramos ante una gran necrópolis perteneciente, probablemente, a una comunidad multicultural de Guadalajara, ciudad que había sido conquistada por los ejércitos cristianos en 1085. No obstante, estas conclusiones, provisionales, podrán concretarse a medida que avancen los trabajos de campo, que se prolongarán durante el resto del mes de octubre, y con el estudio posterior de los restos recuperados en la excavación, que se enviarán para su custodia al Museo de Guadalajara.muralla ciudad campusRestos de la muralla en la calle Madrid

Restos de la muralla junto a la calle Madrid

El hallazgo de la muralla, por su parte, se produjo durante la supervisión arqueológica de la cimentación del nuevo vallado del Campus a lo largo de la calle Madrid. Los restos corresponden al encuentro de la muralla con el torreón sur de la Puerta de la Alcallería.

Si bien existe constancia documental de la apertura de una puerta en esta zona en 1550, todo indica un claro origen andalusí de los restos aparecidos. Se trata de un muro de mampostería de cal y canto con mampuesto con tizones verticales que conserva un grosor de cuatro codos, es decir, cerca de dos metros.

 La antigua medina de Guadalajara discurría desde este punto hasta el río Henares, quedando constreñida por los cursos fluviales del Alamín y el San Antonio. Su fundación durante la primera mitad del siglo IX resolvía, con un nuevo emplazamiento, un cambio de estrategia en el control de la cora o distrito de Wadi-l-Hiyara, controlando en esta época una amplia área desde el actual Madrid hasta Atienza.

 La excavación arqueológica ha documentado cómo el arrabal que se desarrolló al sureste -teniendo como referencia la actual calle Miguel Fluiters / calle Mayor- se encontraba ya a finales del siglo XI muy saturado, produciéndose adosamientos de viviendas a la muralla durante los últimos tiempos de la taifa.muralla calle MadridPara preservar la muralla se ha modificado el vallado del campus que ahora sobresale por la linea general

Para conservar y valorar las estructuras históricas, se ha modificado el diseño original del cerramiento del campus. Por una parte, los hallazgos se han protegido adecuadamente y la base del vallado vuela sobre la muralla en vez de apoyarse en ella, lo que permitirá acondicionar la zona en el futuro para exponer los restos. Por otra, se ha modificado el diseño de la reja en el tramo de interés, aumentando su transparencia y flanqueándolo con dos vitrinas que albergarán paneles divulgativos.

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