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Pedro J. Pradillo, un vanguardista clásico

Expone sus collages en la Sala Ibercaja, del 19 de octubre al 12 de noviembre

Pradillo con su hijo Román en la inauguración de la exposición 1Foto: Jesús Orea

Por Jesús Orea.

 

Pedro José Pradillo, ampliamente conocido y reconocido en Guadalajara por su labor de historiador con especial sensibilidad patrimonialista -de hecho, es el técnico municipal de patrimonio-, es también un notable artista plástico que ya acumula un importante bagaje de exposiciones en prestigiosas salas, como el madrileño Espacio Experimental At Room de Investigación y Arte, donde exhibió en 2017 su manifestación artístico-plástica y filosófico-estética titulada “Ecce homo. A propósito de Nietzsche”. Objetos encontrados, collages relieves y cajas relicarios componían aquella exposición que llamó la atención de críticos y públicos por su punto surrealista sarcástico y atrevido con un referente de la talla del filósofo alemán. Tras aquella exitosa muestra en Madrid de hace cuatro años, pandemia de por medio, Pradillo vuelve a exponer en Guadalajara -Sala Ibercaja de la calle Capitán Arenas, del 19 de octubre al 12 de noviembre- con sus viejos collages, obras de su primera juventud -hablamos de finales de los años 70- que han envejecido muy bien y se muestran bajo el sugerente título de “Poética en libertad”. Los collages de Pradillo ya habían sido previamente expuestos en dos ocasiones: Galería Modus Operandi, en Madrid (2019), y en el palacio Ducal, en Medinaceli (Soria), en 2020. Aunque se trata de obras juveniles, ya se advierte en ellas la madurez de un artista con retazos de genio y una personalidad creativa arrebatadora y sin complejos. Es óptimo el tratamiento fotográfico que se ha dado a los collages originales para llevarlos a un formato y unas cualidades de textura y color adecuadas para poder ser apreciadas de mejor forma, dando tintes de modernidad a unas creaciones coetáneas al tiempo de la Transición, en el que se hicieron e inspiraron. Mientras en la calle y en las instituciones se luchaba por la libertad, incluso a precio de sangre, Pradillo hacia poética de esa lucha con recortes de periódicos y revistas, con las tijeras como pincel y el pegamento Imedio como paleta. Un vanguardista que ha devenido en clásico porque la técnica del collage no está de moda, pero pervive y tiene su hueco entre las artes plásticas más innovadoras del siglo XX. Lo extraño es que, cuando más vanguardista era aquella técnica artística, un joven estudiante alcarreño de bachillerato como Pradillo la dominara y practicara con mucho criterio y absoluta insolencia, mientras sus compañeros de aula no pasábamos de hacer con un seis y un cuatro la cara de nuestros (auto) retratos. Es absolutamente recomendable su visita, con tiempo y detenimiento porque cada pieza recortada y pegada que conforman los collages dice algo en las formas y mucho en el fondo.

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