Los adultos de entre 40 y 50 años que lo deseen ya pueden vacunarse en los centros de salud. Te contamos cómo

El sarampión es una enfermedad típica de la infancia que está afectando a los adultos de más de 40 años

El sarampión, una enfermedad típica de la infancia, está empezando a afectar a los adultos de más de 40 años, por ese motivo desde el Ministerio de Sanidad se ha decidido iniciar una campaña de vacunación del sarampión que controle esta enfermedad.

De momento, en Guadalajara, desde abril hasta agosto se han declarado 85 casos de sarampión, el último de ellos el 19 de agosto. De los 85 casos declarados en 51 se ha confirmado que la enfermedad era sarampión a través de un análisis.

Margarita Gascueña, delegada provincial de Sanidad, recuerda que esta enfermedad, bastante benigna en los niños, suele ser más peligrosa en adultos ya que siempre suele desembocar en otras más complejas como, por ejemplo, una neumonía.

Según Gascueña antes de 1970 el sarampión era muy habitual, de hecho cuando había un niño con sarampión se juntaban con otros en una misma casa para que todos lo pasaran a la vez, sin embargo, a partir de los 70 la enfermedad empezó a remitir y desapareció la costumbre de juntar a los menores. Además la vacuna era muy incipiente y todavía no estaba normalizada por eso que hay muchas personas de esa edad que ni la pasaron ni están vacunados.

Por este motivo se ha decidido vacunar a los nacidos entre 1970 y 1980. Desde Sanidad aconsejan buscar la cartilla de vacunación "que muy poca gente ha guardado"- según reconoce la propia delegada- y mirar si están vacunados, en caso de no estarlo o de no saber si se ha pasado la enfermedad recomiendan la vacunación.

¿Qué hay que hacer?

El proceso, según la delegada es muy sencillo, basta con acudir al centro de salud y consultar con el médico si es posible poner la vacuna (ya que puede haber otras enfermedades incompatibles). La vacuna que se pone es la misma que reciben los niños, la triple vírica, que cubre el sarampión, la rubeola y las paperas. Habrá que ponerse dos dosis. La segunda cuatro semanas después de la primera. Una vacuna que no da ninguna reacción y que puede evitar un mal rato a los que no saben si pasaron el sarampión o fueron vacunados cuando eran pequeños.