No les gusta la propuesta de la Consejería de Educación porque no está "equilibrada"
Ya se está preparando el calendario escolar del curso 2025-26 y el sindicato CSIF (Central Sindical Independiente y de Funcionarios) ha pedido que se incluyan ya algunos cambios.
Ese calendario marca el 8 de septiembre como inicio de curso (aunque en Guadalajara capital sería fiesta al caer en lunes) y finalizaría el 17 de junio, una propuesta que consideran desequilibrada.
Según este sindicato no está bien repartida la carga lectiva: en el primer trimestre hay 73 días, en el segundo 55 días y en el tercero 50. Lo que provoca una "grave descompensación". Por eso piden el retraso de una semana en el segundo ciclo de Infantil, Primaria, Educación Secundaria Obligatoria (ESO) y Formación Profesional (FP), así como Artes Plásticas y Diseño y Enseñanzas Deportivas.
El presidente de CSIF Educación Castilla-La Mancha, Juan Luis Martínez, cree que el calendario no tiene en cuenta al alumnado ni al profesorado, al tiempo que ha defendido que retrasar el inicio permitiría compensar los trimestres y también evitaría las altas temperaturas que se siguen produciendo en muchas zonas de la región en septiembre. Creen que su impacto en la programación sería nulo.
Además, ha indicado que de cara al final del curso permitiría dar más espacio en la celebración de las evaluaciones ordinaria y extraordinaria.
Según esta propuesta de calendario, entre los periodos no lectivos se encontrarán las vacaciones de Navidad (22 de diciembre de 2025 a 7 de enero de 2026, ambos inclusive), Semana Santa (30 de marzo a 6 de abril de 2026, ambos inclusive), así como los festivos regionales y locales.
Asimismo, ha propuesto que el 31 de octubre, que cae en viernes, se considere no lectivo “para aligerar el impacto del primer trimestre”.
También piden que las escuelas infantiles, que terminan el 24 de julio, finalicen el 17 de junio como el resto de enseñanzas ya que alargarlo supone "un auténtico maltrato" a estos trabajadores, los cuales sufren unas condiciones "muy malas" por falta de personal y se les considera "prácticamente como cuidadores”
A juicio de Martínez, la Junta de Comunidades debe ofrecer soluciones de conciliación a las familias, pero "no a costa de los trabajadores".