Fueron destruidas en una fundición bajo la supervisión de los agentes
Armas preparadas para su destrucción total. Foto: Guardia Civil.
La Guardia Civil de la Comandancia de Guadalajara ha procedido a la destrucción de casi 530 armas de fuego, blancas y prohibidas, depositadas en las Intervenciones de Armas de la provincia.
Entre el material destruido se encontraban escopetas de caza, armas de tiro deportivo, cortas o defensas extensibles. Su reducción a chatarra se produjo el pasado jueves en una empresa de fundición de acero ubicada en la Comunidad de Castilla y León, bajo la supervisión y seguimiento de la Guardia Civil de Guadalajara.
Las armas proceden de la Intervención de Guadalajara. Foto: GC.
Anualmente el Instituto Armado, una vez obtenidas las autorizaciones, realizados los trámites pertinentes y cumplidos los plazos de depósito establecidos, procede a la destrucción de todas aquellas armas que han sido intervenidas.
Este procedimiento se realiza, bien al estar prohibidas o por haber sido utilizadas en la comisión de hechos delictivos o infracciones administrativas; también se intervienen todas aquellas que han sido depositadas voluntariamente por sus propietarios por dejar de reunir los requisitos exigidos para la obtención de las licencias.
Había armas de todo tipo. Foto: Guardia Civil.
Estas actuaciones se enmarcan dentro de la normativa vigente en España y se suma al Programa de Acción de Naciones Unidas sobre el comercio ilícito de armas pequeñas y ligeras; este tuvo origen en la Conferencia Internacional de la Naciones Unidas sobre el Comercio Ilícito de Armas pequeñas y ligeras celebrada en Julio de 2001.
Control
El Reglamento para el control de armas establece como uno de los requisitos para su posesión la carencia de antecedentes penales, así como la superación de pruebas teóricas y prácticas sobre su uso y manejo. Así mismo, para evitar que un arma pueda ser utilizada indebidamente cuando el titular deje de tener derecho a su tenencia y uso, la normativa establece que sean inutilizadas o destruidas.
La destrucción se realizó en una fundición. Foto: Guardia Civil.
La inutilización de un arma, a partir del año 2011, está regulada por una normativa muy severa, de tal modo que es sometida a un proceso que afecta a todas las piezas fundamentales de ésta, siendo imposible volver a usarla con plena capacidad de funcionamiento.
Igualmente, la Guardia Civil, periódicamente, lleva a cabo la destrucción de armas de fuego de diversos calibres, así como armas blancas prohibidas.
Adiós a las armas. Foto: Guardia Civil.
Algunas de ellas están implicadas en ilícitos, penales o administrativos y tras el correspondiente procedimiento se determina su destrucción; y otras, que por cesar sus titulares en el derecho a la tenencia y uso y no haber sido adjudicadas en subastas, tienen el mismo fin. Ello permite que las armas sean reducidas a chatarra mediante un proceso de fundición o similar.