El sevillano pone muy cara la feria con dos orejas que pudieron ser cuatro si no falla con la espada.
Borja Jiménez encarando la puerta grande Ivan Fandiño./ Fotos: José Riofrío Herrranz
Corrida del Capea en general falta de raza con dos toros que no debieron saltar al ruedo. Talavante no consiguió lucimiento pese a sus largas faenas y Marco Pérez apuntó buenas formas en dos faenas demasiado largas. Lo mejor de la tarde, el casi lleno en la plaza.
El Capea (1º y 4º) y Carmen Lorenzo (encaste Domecq), 1º bis de Salvador Gavira (encaste Domecq). Desiguales de presentación y hechuras. Impresentables para un coso de segunda categoría, primero sin cara y lesionado, y quinto anovillado. Sin raza y justos de fuerza pero con calidad. Con más opciones segundo y sobre todo el quinto.
Alejandro Talavante: Casi media y estocada caída (silencio); estocada y descabello (silencio).
Borja Jiménez: Estocada (dos orejas); dos pinchazos y estocada caída (silencio).
Marcos Pérez: Media, estocada y dos descabellos (silencio); pinchazo, estocada y dos descabellos (silencio).
Plaza de Toros de Las Cruces, primera de feria. Casi lleno en tarde soleada y muy calurosa. El festejo comenzó con 5 min. de retraso y hasta 15 min. tardó en salir el primer toro. Borja Jiménez y Marcos Pérez se presentaban en Las Cruces, para sustituir a Jose María Manzanares y Morante de La Puebla. Borja Jiménez salió por la puerta grande. Se desmonteró Iván García tras parear al segundo toro.
Crónica
Borja Jiménez en un espléndido natural./Pepe Riofrío Herranz.
Gran tarde de Borja Jiménez, que además de entrega para conectar con los tendidos hizo un alarde de técnica para entenderse con sus dos toros que no fueron fáciles. Sobre todo el lidiado en el segundo, tras brindar al público, le realizó una faena de mucha inteligencia, tocándolo y llevándolo para taparle la salida, ya que de media faena hacia delante su mansedumbre se hizo palpable. Dos orejas de un público festivo.
Borja Jiménez paseando sus trofeos. /Pepe Riofrío. El quinto astado, con hechuras de novillo, fue el que -dio la casualidad- que no salió al encierro. No tenía presencia para una plaza de segunda categoría. Fue el que mejores condiciones desarrolló y tuvo sobre todo la cualidad de aguantar muletazos largos y cuando se quedó sin fuerzas, embistió con mucha calidad, muy despacio. Borja Jiménez lo disfrutó y entendió. Solo su fallo a espadas le privó de llevarse otras dos orejas que una plaza entregada le tenía dadas.
Marcos Pérez apunta a grandes metas, pero el camino es muy largo. Le tocó un primer toro sin raza y sin trasmisión, con el que dio muchos muletazos, pero sin llegar a los tendidos.
Marco Pérez, espléndido con la capa. / Pepe Riofrío. El sexto fue un animal alto y basto, aunque cómodo de cara por el que apostó el salmantino y salió cara. Dejó el único quite de la tarde por chicuelinas y varias tandas por la mano derecha, pero la faena se perdió entre muchos pases. Una faena más medida la hubiera agradecido tanto el toro como el público. Pinchó y el premio se perdió.
Talavante pasó sin pena ni gloria por Guadalajara. /Pepe Riofrío.
Alejandro Talavante no tuvo muchas opciones con los dos toros. Primero vio como le devolvían un toro con escasa cuerna, más para un festival que para una Corrida de Toros, que además lucía una cornada hinchada, lo que demostraba que estaba infectada. No se entiende como pasó el reconocimiento veterinario. Cuando se forzó al toro no se sostuvo y tuvo que ser devuelto. En su lugar saltó un fuerte sobrero de Gavira, que no dio el juego que se esperaba de él. Toro soso, sin trasmisión que mejoró de mitad de faena en adelante, pero nunca cogió vuelos. La faena al cuarto no tuvo mucho destable, el toro no sirvió pero Talavante tampoco tuvo su tarde.
La gran noticia fue la buena entrada de Las Cruces y sobre todo para la empresa que vendió las entradas con un cartel caro y la casi llenó con otro mucho más asequible.Un bonito remate de Marco Pérez. /Pepe Riofrío.