Desde hace semanas se trabaja para dar solución a un problema detectado tras la obra del eje cultural
Toda la calle Salazaras está levantada/ Gu Diario
El 3 de julio una lluvia torrencial descargó sobre Guadalajara, hubo un centenar de incidencias pero una de las más destacadas fue lo ocurrido en la Plaza de Santa María donde se ubica la concatedral y viven media docena de vecinos. La gran cantidad de agua caída bajó por Arrabal del Agua hasta Santiago Ramón y Cajal y acabó inundando la Plaza de Santa María (puede ver un vídeo aquí). En esta ocasión el agua entró en los trasteros de las viviendas y, por primera vez, en la propia iglesia, y en los salones de Santa María, recién construidos.

Desde entonces se está analizando qué está pasando en esa zona y ya se ha descubierto. Según denunciaban los vecinos los problemas comenzaron tras las obras del eje cultural. Al parecer la evacuación de aguas se realizaba a través de una galería subterránea de varios siglos que tenía que recoger lo que llegaba de esas calles pero, según el concejal de Infaestructuras, Santiago López Pomeda, se ha derrumbado parcialmente con lo que el agua no podía evacuarse.
Según el concejal aunque se ha intentado hacer una reparación de esa galería “era prácticamente imposible por el material y la profundidad” y se ha decidido hacer una nueva vía de evacuación con un nuevo tubo y a menor altura que la anterior. Una obra de “urgencia” que esperan que solucione el problema.
Estos tubos sustituirán a la galería actual/ Gu Diario
Los trabajos, que tienen cortada al tráfico la calle Salazaras desde hace meses, y ocupadas varias plazas de aparcamiento en la zona, estarán terminados en “tres-cuatro semanas”- según el concejal.
Las obras son realizadas por Guadalagua y no tienen coste para el ayuntamiento porque va a cargo de la partida que incluye inversiones anuales.