La carta del Papa Francisco a Monseñor Rogelio Cabrera López, presidente de la Conferencia del Episcopado Mexicano, ha sido objeto de manipulación por algunos políticos para hacer su especial guerra particular entre ellos manipulando al Papa. Los mismos que dicen estar de acuerdo con las palabras del Papa son lo que admiten la leyenda negra contra España y su gran labor cultural y religiosa en la América, que según Rubén Darío, poeta de la Hispanidad, aún cree en Jesucristo y reza en español.
La carta del Papa está motivada por el Bicentenario de la Independencia mexicana. Según el Papa, celebrar la independencia es afirmar la libertad, que es un don y un conquista permanente. Los Papas, como San Juan Pablo II, ya han reconocido y pedido perdón, por algunos desmanes de hacendados españoles, menos que que los de Fray Bartolomé de las Casas hiperboliza en sus crónicas, pero no ha sucedido ni sucede, lo mismo- afirma el Papa Francisco- por los terribles delitos contra el sentimiento religioso de gran parte del pueblo mexicano, provocando con ello un profundo sufrimiento durante la revolución mexica cuyo fin era, también, erradicar por la violencia la fe católica.
El Papa, sin embargo, no evoca los dolores del pasado para quedarse ahí, sino para aprender de ellos y seguir dando pasos para sanar heridas. Por eso en su carta pretende realzar los valores del pueblo mexicano, la unidad y la religiosidad en torno a un acontecimiento que ha marcado el pasado y marcará el futuro de México: la celebración de los 500 años de las apariciones de Guadalupe. La imagen de Virgen de Guadalupe tomada por el Padre Hidalgo del Santuario de Atotonilco, simbolizó una lucha y una esperanza que culminó en las tres “grandes garantías” que iguala empresas para siempre en los colores de la bandera. María de Guadalupe, la Virgen Morenita, afirma el Papa- dirigiéndose de modo particular a los más pequeños, favoreció la hermandad, la libertad, la reconciliación y la inculturación del mensaje cristiano, no solo en México sino en toda las Américas. El gran legado de España.
Resulta sorprendente que ciertos políticos reaccionarios que niegan la Hispanidad, manipulen las palabras del Papa para atacar a los que la defienden.
Fidel García Martínez