El Tribunal de Cuentas pide al ayuntamiento que revise esa tasa por haber pagado un 26% más que el coste del propio servicio
El Tribunal de Cuentas ha estado comprobando cómo prestaron los servicios municipales de limpieza viaria, recogida y tratamiento de residuos y mantenimiento de parques y jardines en 2021 en varios ayuntamientos de España y entre ellos se ha fiscalizado el trabajo realizado en Guadalajara capital.
Una fiscalización que ha mostrado algunas carencias, la más importante de ellas relacionada con el recibo de la basura que el Ayuntamiento está cobrando a los vecinos.
Según señala en su informe el Tribunal de Cuentas, el ayuntamiento de Guadalajara pagó a una empresa por el servicio de recogida de basuras 3,4 millones de euros en 2021, sin embargo, recaudó 4,3 millones, un 26% más. Esto para el Tribunal de Cuentas podía suponer un “exceso”, de hecho en su informe señala que el ayuntamiento debería estudiar la modificación de dicha tasa.
Este es el texto íntegro del documento del Tribunal de Cuentas “El Ayuntamiento recaudó ingresos en concepto de tasas por la recogida de basuras por 4.308.818,09 euros, de acuerdo con lo previsto en la Ordenanza fiscal reguladora vigente. La cantidad recaudada por la entidad local superó en un 26 % los gastos facturados en el ejercicio por la prestación del servicio. Dicho exceso podría implicar el incumplimiento del principio de equivalencia previsto en el artículo 24.2 del TRLRHL, por lo que la entidad debería realizar los estudios necesarios para valorar una posible modificación de dicha tasa”.
Una tasa que se refiere a 2021 y que en 2023 se ha vuelto a ver incrementada ya que se aprobó en pleno, con todos los votos en contra de la oposición, subir un euro más el recibo de la basura cada mes para poner en marcha el contenedor marrón.
Los otros servicios
El informe del Tribunal de Cuentas señala, además, que el ayuntamiento de Guadalajara, junto a otros de los ayuntamientos analizados; prestaron algunos de estos servicios de forma indirecta sin realizar previamente estudios sobre la forma más eficiente de prestación de los servicios y sin emitir informes sobre la insuficiencia de medios que justificara su externalización.
El Tribunal considera que con carácter general los ayuntamientos, entre los que se encuentra el de Guadalajara, no controlaron bien la prestación de los servicios, “especialmente en lo que se refiere al tratamiento de residuos limitándose a ver si los importes facturados se correspondían con las toneladas de residuos gestionadas y tratadas”.
Los ayuntamientos fiscalizados por el Tribunal de Cuentas han sido los de Cáceres, Cuidad Real, Cuenca, Guadalajara, Lorca, Mérida, Molina de Segura, Talavera de la Reina, Toledo y Torrelavega.
