En 1991, Barbra Streisand dirigió y coprotagonizó junto a Nick Nolte una romántica película, “El príncipe de las mareas”, en la que su protagonista, Tom Wingo (Nick Nolte), está reviviendo un turbulento pasado, tan turbulento como en ocasiones puede ser el mar.
Este otro príncipe de las Maretas también está reviviendo un turbulento pasado y no menos exento de romanticismo, aunque bastante más cursi que el de la película y con mucho menos glamour. Claro, la coprotagonista ya no es una atractiva y polifacética Barbra Streisand.
Turbulento pasado de alguien que se ha beneficiado a título lucrativo de lo más sórdido de la sociedad: la prostitución, mientras enarbolaba eslóganes de abolición y encabezaba las manifestaciones del feminismo más cool o más guay, al que solo están llamados a pertenecer a ese progre grupo hombres y mujeres de la sociedad con carné de izquierdas; porque como decía el ministro Ábalos: “Soy feminista porque soy socialista”. Igual lo pone en el carné; hasta que salieron a la luz las Jésicas. Aunque, a decir verdad, creo que al entorno más cercano y al no tan cercano, ha sorprendido poco o nada, ya que era vox pópuli, incluso entre las más aguerridas feministas de la formación.
Basta con recurrir a la reciente memoria histórica para ver dónde y cómo gastaban algunos de los condenados por los ERE de Andalucía el dinero que iba destinado a los parados: de nuevo los prostíbulos, o Tito Berni: más de lo mismo. Por muy selectiva que sea la memoria, algo habrá inquietado al Príncipe de las Maretas estas marejadas.
Ultra feminista declarado, a pesar de que más de mil condenados por agresiones sexuales hayan visto reducida su condena y más de cien hayan sido excarcelados durante su reinado.
Ultra amigo de los chinos, tan es así que ha comprado en “Ali Exprés” las pulseras que alertan a las víctimas y a la policía cuando los agresores con orden de alejamiento se acercan a sus víctimas.
Pues bien, este príncipe no solo ha excarcelado agresores, cientos, y ha rebajado las condenas de otros, más de un millar, sino que, además, ha colocado en situación de grave riesgo la vida de miles de mujeres frente a sus agresores. Estas pulseras fake no sabemos, realmente, cuánto tiempo llevan sin funcionar y las consecuencias reales, ya que la opacidad y el ocultismo es la consigna del reino que quieren cambiar por la tercera república. Federal y asimétrica, of course. Mujeres vulnerables viviendo un auténtico infierno, aunque desde el séquito están tan tranquilos porque dicen que no han asesinado a ninguna. La verdad es que hiela la sangre semejante comentario.
Lejos de dimitir, de dar explicaciones, huye en su halcón volador, lejos. Ya no le gusta estar en España, prefiere otros lugares: la India o Nueva York, da igual. El caso es no pasar un mal rato en el Congreso o en la calle.
Ultra familiar, esa es otra de las características del príncipe de las Maretas, y como si de “el Padrino” se tratara, “lo primero es la familia”. Le gusta rodearse de los suyos y poner a su disposición todo lo que el erario público le proporciona, así en el otro palacio, el capitalino, igual puedes encontrar un centro de negocios, como una ETT. Un entorno rodeado de magia, la magia de tus impuestos.
Un deseo es que pronto se convierta en el Príncipe de las Maletas.
Fdo.:
Carmen Landete
