Es referente mundial en investigación, desarrollo y geodesia
Archivo GD.
El Observatorio de Yebes, en Guadalajara, es una de las Infraestructuras Científico-Técnicas Singulares (ICTS) españolas de astronomía, la única en Castilla-La Mancha, y cumple 50 años en los que se ha convertido en referente en investigación, impulsora de desarrollo y enclave geodésico.
Perteneciente al Ministerio de Transportes y Movilidad Sostenible y adscrito al Instituto Geográfico Nacional (IGN), está dirigido por Pablo de Vicente, doctor en Ciencias Físicas, que llegó a esta instalación como becario en los años 80 y ha desarrollado buena parte de su carrera en el observatorio.
Los primeros trabajos en esta instalación datan de 1973 pero se toma como referencia el año 1975 con la visita del ministro del Plan de Desarrollo, considerado el primer evento oficial que marca el inicio del observatorio, entonces vinculado al Real Observatorio de Madrid aunque se quiso llevar fuera de Madrid porque no reunía las condiciones y para impulsar una nueva rama de la astronomía, la radioastronomía.
Imagen de un agujero negro obtenida en Yebes. Archivo GD.La ubicación de Yebes, cerca de Madrid pero con la suficiente distancia y sin la contaminación lumínica de una ciudad, unido a su altitud, resultó perfecta, aunque su elección no se sabe si fue fruto de la casualidad o el conocimiento del terreno de alguno de los implicados, ha explicado a EFE Pablo de Vicente.
Con todo, medio siglo después lo que empezó como algo experimental se ha convertido en un referente internacional en radioastronomía y geodesia que trabaja en proyectos pioneros, algo que, junto a la financiación estatal que es su principal financiador, le permite lograr fondos para continuar sus investigaciones.
“Colaboramos con investigadores e instituciones de todo el mundo", afirma De Vicente, quien señala que algunos de ellos se han formado en Yebes y ahora trabajan en distintos lugares del planeta.
Gracias a los desarrollos tecnológicos elaborados en esta instalación, en especial sus dos radiotelescopios en activo de 40 metros y de 13,2 metros de diámetro y sus actividades de divulgación, están presentes en los principales foros y congresos internacionales de radioastronomía y geodesia espacial.
“Aquí trabajan 50 personas altamente cualificadas; algunos, los mejores en lo suyo”, ha afirmado Pablo de Vicente, quien valora la apuesta por mantener talento en este centro, donde la parte vocacional de sus profesionales es clave.
De hecho, el radiotelescopio de 14 metros "fue el punto a partir del cual se generó un grupo de personas que empezaron a trabajar en el año 1979”.
En 1989 se hizo la primera observación en la que se trabajó conjuntamente con otros telescopios observando lo mismo, lo que se llama interferometría: “Es una observación simultáneamente y los datos se graban, se envían a un centro de correlación donde se tratan y consigues tener una imagen de lo que estás estudiando. Eso fue un hito muy importante”, ha explicado el director.
El observatorio también cuenta con visitas y aulas divulgativas que comparte con el Ayuntamiento.El telescopio de 14 metros quedó pequeño y obsoleto a nivel tecnológico, lo que impulsó la construcción de otro de 40 metros, diseñado y desarrollado íntegramente en Yebes, que fue una realidad hace 20 años y que es único en sus características en España.
Uno de los hitos logrados hace apenas un año, en 2024, fue que este radiotelescopio se convirtió en la primera herramienta mundial en la detección de nuevas especies moleculares en el cosmos, casi el 30 por ciento de las que se conocen actualmente.
Archivo GDActos divulgativos en el aniversario
El director ha señalado que las "tres patas" del observatorio son la investigación, el desarrollo de tecnología y su transferencia a la industria española, "y además somos una estación geodésica, que nos hace únicos para medir los efectos del cambio climático en la tierra".
Subraya que la ciudadanía de la provincia de Guadalajara “nos conoce, somos un lugar de referencia" pero no sucede lo mismo en otros lugares pese a las actividades que desarrollan, entre ellas el aula de astronomía por la que pasan 7.000 alumnos anualmente, la escuela de cohetes o jornadas de puertas abiertas como las preparadas por su 50 aniversario.
Durante casi un año se van a suceder actividades conmemorativas, entre ellas visitas especializadas, sesiones de observación nocturna y de astrofotografía, un concurso en colaboración con los centros educativos y seis conferencias, con periodicidad mensual, que abordarán diferentes aspectos relacionados con la astronomía y con el trabajo del observatorio.
Se ha editado el libro conmemorativo ilustrado 'El Observatorio de Yebes. 50 años escuchando el universo', que recorre los principales hitos de este centro y explica de manera sencilla los avances logrados por el equipo.
EFE/Beatriz Retuerta.





