Desde el equipo de gobierno se asegura que el centro no cerrará mientras que PSOE y Aike se temen lo peor

Sala de lectura de la biblioteca Suárez de Puga/ Archivo

El 30 de junio de 2024 termina el contrato con la empresa Normadat que es quien se encarga de gestionar la biblioteca Suárez de Puga, dependiente del ayuntamiento de Guadalajara.

El consistorio inició un proceso para volver a contratar a una empresa que se encargase de la gestión durante un año pero ni Normadat ni ninguna otra se interesó y ahora todos se preguntan qué va a pasar con este servicio dentro de apenas un mes.

Incluso, una particular ha iniciado en charge.org una recogida de firmas para pedir una solución. Su propuesta lleva ya más de 2.000 apoyos pero la solución, de momento no llega. Y, a día de hoy, no se ha vuelto a sacar el concurso tal y como ha comprobado Guadalajara Diario.

Desde el equipo de gobierno el concejal de cultura, Javier Toquero, ha asegurado que el servicio va a seguir y que la biblioteca no va a cerrar ni un solo día. También ha señalado que se están contemplando todas las posibilidades sin dar más detalles.

Sin embargo, los grupos de la oposición no lo tienen tan claro.

Desde el PSOE el vice portavoz socialista en el Ayuntamiento de Guadalajara, Ignacio de la Iglesia, ha manifestado su preocupación porque, pasan los días y ”vemos que el gobierno municipal de Ana Guarinos no tiene el más mínimo interés por dar solución”.

Según los socialistas no se han presentado empresas para gestionar la biblioteca porque las condiciones son abusivas “nos parece un acoso y derribo hacia las trabajadoras de la biblioteca, a las que se les exigen más funciones cuando la cuantía económica del pliego es la misma” que había hasta ahora. Según el PSOE las condiciones laborales son abusivas y además "les piden que lleven las redes sociales y la gestión de todos los clubes de lectura”.

Por su parte desde Aike critican cómo se está gestionando la biblioteca desde que está el equipo de gobierno de Ana Guarinos. Aseguran que en el último año se no han comprado nuevos fondos para la biblioteca y reprochan que no se amplíe el espacio “sigue con los mismos escasos 400 metros cuadrados con los que se abrió en la segunda planta del CMI Eduardo Guitián”. A ello se suma el reducido horario de la instalación debido a la baja plantilla.

Ante todo esto Aike pedirá en el próximo pleno que se municipalice el servicio y que sea el propio ayuntamiento quien gestione el centro.