Así lo ha autorizado el Consejo de Seguridad Nuclear.
Sala de control de la central nuclear de Trillo./Archivo.
La central nuclear de Trillo, que tiene permiso de funcionamiento solo hasta noviembre de 2035 (será la última nuclear que cierre, con los planes del actual gobierno) podrá operar a menos del 100% de su capacidad, según ha aprobado el pleno del Consejo de Seguridad Nuclear (CSN). Esta decisión, si bien se produce tras una instrucción técnica enviada a las centrales el año pasado por el regulador, se aprueba ahora tras el apagón sufrido recientemente, siguiendo una estrategia de "operación flexible", "para reforzar el marco regulador asociado que implican la producción de la electricidad inferior al 100 % de potencia en determinados periodos". Así lo deja sentado el comunicaco oficial: "Dichas paradas son motivadas por criterios de mercado eléctrico no relacionados con aspectos operativos o de seguridad de la planta".
Aunque todavía Red Elétrica no ha elaborado un informe oficial definitivo sobre las causas que llevaron al apagón, cada vez resulta más claro que este tuvo que ver con alguna alteración sobre las fuentes de producción eléctricas en un momento determinado -en este caso, el lunes 28 de abril a las 12,33 horas-, donde "15 gigavatios de generación se perdieron subitamente del sistema en apenas 5 segundos", según reconoció el presidente Pedro Sánchez en el Congreso.
Hay que recordar que mientras que la energías renovables no son estables, porque dependen del clima, las nucleares y el el gas juegan ese papel para estabilizar el sistema eléctrico, tan importante para que no se produzcan apagones. Y con la posibilidad de que las nucleares puedan operar por debajo del 100%, se favorece esa flexibilidad del mercado eléctrico.
También relacionadas con Trillo, el CSN ha informado favorablemente otras dos solicitudes presentadas por su titular. La primera de ellas es la correspondiente a la aprobación de una modificación de las Especificaciones Técnicas de Funcionamiento (ETF) para cumplir la condición incluida en la ITC sobre operación flexible. La segunda también supone un cambio en las ETF relativa al ritmo de almacenamiento de contenedores cargados con combustible gastado y a su distribución en el almacén temporal individualizado (ATI), que se encuentra en el perímetro de CN Trillo. En este almacén se guardará durante años el combustible nuclear gastado, como residuo de alta actividad, mientras el Estado resuelva una solución definitiva en un almacenamiento profundo (AGP) al haber descartado el ATC que se iba a construir en Villar de Cañas (Cuenca), que era una solución intermedia.
