Hoy el equipo de gobierno de Guarinos ha desvelado los planes que tienen para recuperar el monumento
Vista del Alcázar desde el Barranco del Alamín
El ayuntamiento de Guadalajara ha dado a conocer hoy los planes que tiene “a medio plazo” para recuperar el Alcázar, uno de los edificios con más historia, y más desconocidos, de la ciudad.
Tras el anuncio realizado meses atrás por la alcaldesa sobre la instalación del Palacio de Congresos de la ciudad en el interior del edificio, hoy se ha desvelado el plan de ruta que tiene el equipo de gobierno para poner en valor el monumento, un plan que consta de tres fases y que necesita dinero europeo para ser una realidad.
Tres fases y un proyecto a largo plazo
La primera fase, que ya se está poniendo en marcha, es consolidar los muros y las bóvedas del edificio que siguen en mal estado y acondicionar la zona de caballerizas. La idea es que sea visitable y se convierta en un espacio positivo que cuente la historia del edificio. El paso que se ha dado es buscar una empresa que redacte el proyecto. Bóvecas del AlcázarUna vez que se elija la mejor propuesta de empresa tendrán cuatro meses para hacer dicho proyecto y 24 meses para llevarlo a cabo. A estos primeros trabajos se destinarán al más de 250.000 euros.
El coste estimado de esta primera fase es de 4,5 millones de euros que se pagarían en su mayoría con los fondos europeos Edil, (3,1 millones) y el resto a cuenta del ayuntamiento. La idea final es que “sepamos qué hubo allí en un pasado y que podamos disfrutarlo”- ha explicado el concejal de Urbanismo, Alfonso Esteban.
La presentación del proyecto se ha realizado hoy/ Ayuntamiento de Guadalajara
La segunda fase sería construir dos grandes naves en las zonas con menos valor que se convertirían en el Palacio de Congresos “con la idea de cumplir el compromiso de nuestro programa electoral”-ha explicado Esteban. Para llevarlo a cabo es necesario realizar un estudio arqueológico de la zona que también se está empezando a poner en marcha.
La tercera fase y última sería realizar un gran jardín arqueológico en el centro del espacio de manera que se pudiese ver el desarrollo de los trabajos arqueológicos a la par que el edificio ya está en uso.
En la zona central se quiere hacer un jardín arqueológico para conocer la historia del monumento y de la ciudad/ Archivo
El proyecto que ahora arranca tardará varios años en completarse “tenemos el camino trazado”- explica Esteban pero deja claro que esto no va a ser de un día para otro.
Plan de actuaciones previsto según el pliego de condiciones
Según César Gismera, jefe de servicio de Urbanismo, la reforma del Alcázar no parte de cero. En 2023 se hizo un anteproyecto que sirvió para reformas anteriores. En él se recogen estudios detallados del edificio (torreones, caballerizas), sus patologías y hay una propuesta de actuación. Y de todo “patrimonio ha informado favorablemente”- ha explicado.
El apoyo de Europa, imprescindible
De momento el ayuntamiento confía en que Europa bendiga el proyecto con los fondos Edil, una resolución que se conocerá a principios de otoño. El equipo de gobierno es optimista y ni siquiera se plantea un rechazo por parte de Europa “hay que ser positivos”- destaca el concejal de Infraestructuras, Santiago López Pomeda, si el dinero no llega analizarán la situación “y daremos la mejor solución”.
En verde la zona que se destinará a parque arqueológico. En rosa y naranja el futuro Palacio de Congresos. La zona naranja es la que da a la calle Madrid, la rosa al cuartel de globos/ Ayto Guadalajara
Otras reformas anteriores
Hay que recordar que en la etapa de Alberto Rojo como alcalde ya se realizó una inversión de un millón de euros para consolidar los muros de la parte del edificio que da al barranco del Alamín, una inversión que fue muy criticada porque el objetivo final era unir la calle Madrid y el Barranco del Alamín y no a la recuperación del edificio.
A pesar de ello la inversión se hizo. Se construyeron unas grandes rampas para mejorar la comunicación de la zona pero debido a la inestabilidad del propio moumento las rampas están cerradas al uso ciudadano aunque los vecinos, saltándose la prohibición, las usan de forma habitual.