Hoy,a las 12, se ha puesto en marcha con las campanas de las iglesias de la ciudad dándole la bienvenida
Así lucía la torre minutos antes de dar las 12/ Gu Diario
En un acto marcado de simbolismo, el ayuntamiento de Guadalajara ha vuelto a poner hoy en marcha el reloj del consistorio. Aunque se han hecho algunas pruebas estos días, a las 12 de la mañana de este jueves 31 de julio, el sistema del reloj ha arrancado su habitual soniquete, una ceremonia en la que ha estado acompañado de las campanas de varias iglesias de la ciudad que, gracias al Obispado de Sigüenza- Guadalajara, y tras la petición del Ayuntamiento; han repicado al unísono. Con este primer toque el reloj ha quedado conectado definitivamente, aunque está programado para no funcionar durante la noche. La primera campanada del día será a las 8 de la mañana y la última a las 12 de la noche.
Un reloj que data del año 1963 y que se ha mejorado de forma importante durante la obra de restauración deAntonio Hernández ha sido durante años el relojero del ayuntamiento. Antes lo fue su padre/ Gu Diario la torre del campanario. Según han informado hoy desde el ayuntamiento se han instalado dos mazos electrónicos nuevos y se ha instalado un nuevo patrón que “funciona solo” según Antonio Hernández, el maestro relojero que se ha estado ocupando del reloj (antes lo hizo su padre) desde hace años. El nuevo sistema se ha informatizado y funciona como un móvil, de manera que, a partir de ahora, no será necesario ponerlo en hora ni cambiar ni atrasar el reloj con el cambio de horario de verano e invierno ya que lo hará solo. De hecho, el ayuntamiento de Guadalajara para agradecer a Antonio Hernández y a su familia su dedicación le ha hecho entrega de una placa en la que aparece la fachada del ayuntamiento y por lo tanto el reloj que durante años ha estado cuidando.
Así sonaban esas primeras campanadas
La torre del campanario vista desde dentro
Una restauración de 323.000 euros
El arreglo del reloj ha sido “lo menos costoso” de una obra de reparación que se hizo obligada por la peligrosa situación en la que se encontraba la estructura de la torre del campanario. Según ha explicado hoy el arquitecto que ha supervisado la obra, Ricardo Fernández: La estructura de hierro, que data de 1905, estaba corroída en varios puntos mientras que las viguetas a las que estaba sujeta habían desaparecido. Ello obligó a un arreglo de emergencia que se preveía de 4 meses y se ha convertido en un año. Incluso Jesús Alba, el artesano herrero que se ha encargado de la obra, ha reconocido que la estructura estaba muy mal por la acción del agua y que ha sido un trabajo muy laborioso.
La alcaldesa, Ana Guarinos, ha destacado la importancia de esta reforma “profunda y necesaria” “para proteger la historia y el paso del tiempo de la ciudad” y que ha resultado “una maravilla”- ha señalado en declaraciones a los medios de comunicación.
El antes y el después del arreglo/ Gu Diario