Declara que lo pidan y lo paguen los presidentes "ultrarricos"
Vista aérea de la central de Trillo. /GUDiario.
El presidente del Gobierno no está por la labor de prolongar la vida de las centrales nucleares españolas, entre las que se encuentra la alcarreña de Trillo. Durante el debate celebrado esta mañana, el presidente del Ejecutivo ha acentuado su discurso antinuclear y ha llegado a decir que la prórroga de la vida útil de las plantas nucleares es algo que "tienen que proponer y pagar los presidentes ultrarricos", en referencia a los principales ejecutivos de las compañías eléctricas, que últimamente están en la diana presidencial.
Durante su intervención esta mañana en el Congreso de los Diputados ha explicado que la prórroga de las centrales nucleares depende de tres criterios: que "los ultrarricos lo costeen y no salga del bolsillo del contribuyente", en lo que parece un rechazo implícito a rebajar la presión fiscal sobre este tipo de energía. El sector nuclear ha criticado repetidamente que con la actual carga impositiva la explotación de las centrales nucleares no deja márgenes de beneficios a las empresas propietarias, por lo que estas compañías no han solicitado formalmente la prórroga del plan de cierre de las centrales. La primera central en cerrar sería la de Almaraz 1, en noviembre de 2027, y la última la de Trillo en noviembre de 2035.
Sánchez dejó claro que al día de hoy se está "muy lejos" de que estos requisitos se cumplan.
Uno de los ejecutivos señalados por Sánchez es el presidente de Iberdola, Ignacio Sánchez Galán,la empresa mayoritaria de la UTE que explota la central de Trillo y Almaraz, quien recientemente en una entrevista al Financial Times advirtió del riesgo de cierre de las nucleares: "Si las plantas nucleares cierran, los precios aumentarán entre un 25% y el 30%", dijo Galán. De hecho, considera que la energía nuclear supone un ahorro al consumidor medio en la factura de casi 8.000 millones de euros al año.
"¿Podemos, como europeos, estar en posición de renunciar a aquellos recursos energéticos naturales, simplemente por una cuestión de ideología? ¿O tenemos que ser pragmáticos, como los americanos?", se pregunta en la entrevista con el FT. Además, calcula que prescindir del parque nuclear supondría emitir 21 millones de toneladas de CO2 adicionales cada año a la atmósfera, al tiempo que el suministro de electricidad se vería comprometido en situaciones de alta demanda y baja producción renovable, tal y como ya ha ocurrido en el pasado y ahora con el gran apagón del pasado lunes.
La posición antinuclear expresada hoy por el presidente del Gobierno anticipa la votación del PSOE frente a la proposición no de ley que ha presentado el PP para solicitar la ampliación de la vida de las centrales nucleares, y que podría tener el apoyo de alguno de los socios del Gobierno, como Junts.