Ya han sido dados de baja de la Seguridad Social
Se cumple una semana desde que la empresa Green Sire Golf anunciara que abandonaba la gestión del campo de golf de Cabanillas, un cierre obligado que ha dejado las instalaciones sin atender y a una treintena de trabajadores sin saber cuál es su futuro.
Uno de esos trabajadores es Jorge San Miguel que narra la complicada situación en que se encuentran. Cuenta cómo el 23 de junio, una semana antes del cierre, fueron convocados por Green Sire Golf para informarles de que esa empresa dejaba la gestión y les comunicaba que la empresa propietaria del campo, Cabanillas Golf, era quien se tenía que encargar de ellos y si no lo hacía sería el ayuntamiento de Cabanillas. Green Sire Golf les abonó la nómina de junio a final de mes pero no ha cumplido con otras obligaciones como sus vacaciones (que no han cobrado, ni disfrutado) ni ningún tipo de indemnización.
Según relata Jorge San Miguel la plantilla siguió yendo a trabajar. “El día 1 fuimos a ver quién se hacía cargo de nosotros pero nos dicen que nos vayamos a casa. Pero no lo hicimos y el día 1 y 2 estuvimos trabajando y empezando a organizarnos para presentar una demanda. Mientras estábamos con ese trámite una compañera nos llama y nos dice que le han dado de baja en la Seguridad Social. Miramos todos y nos encontramos con la misma situación”.
“Ahora mismo no tenemos nada”- lamenta Jorge San Miguel. Ni siquiera tenemos derecho a paro porque el motivo de la baja es fusión o absorción lo que implica que otra empresa se encarga de la plantilla, pero no es así.”
La única opción que les queda es buscar otro trabajo y es lo que están intentando “porque necesitamos cobrar un sueldo”. Los trabajadores son conscientes de que el ayuntamiento no tiene ninguna responsabilidad con ellos “estamos en proceso de demanda contra quien nos contrató pero sabemos que va a ser un proceso lento”- explica.
Desde el ayuntamiento de Cabanillas están también trabajando para reactivar el campo de golf. Son conscientes de que el tiempo corre en su contra y un abandono de las instalaciones en pleno verano puede ser muy difícil de remontar después. El alcalde, José García Salinas, ya se puso en contacto con Antonio Carrascosa, el propietario de Cabanillas Golf, que es quien consiguió la concesión del campo; pero parece que no hay intención de buscar una solución a pesar de que es la concesionaria quien tiene la obligación de que el campo esté en condiciones. De momento el tema está en manos de gabinetes jurídicos para ver qué solución hay y ver si el ayuntamiento puede acceder para hacer un mínimo mantenimiento y pasar después el gasto al verdadero propietario, Cabanillas Golf.