La fiscalía pide prisión permanente revisable para el autor material de los hechos y cinco años de cárcel para los otros dos acusados

Foto Pepe Zamora

El 10 de noviembre de 2025 un jurado popular tendrá que juzgar lo ocurrido el 12 de abril de 2024 en una vivienda de Chiloeches, (Guadalajara) donde un matrimonio y su hija de 22 años fueron asesinados mientras dormían.

La fiscalía, en su escrito de acusación, pide una pena de prisión permanente revisable para Fernando S.P, al que se considera autor material de los hechos, por los delitos de asesinato, más una pena de cinco años de prisión por robo con violencia en casa habitada y uso de arma; y tres años más por un delito de incendio. Además pide una indemnización de 400.000 euros para el hijo, único miembro de la familia que quedó con vida y que en ese momento no estaba en la vivienda, y al pago de 164.000 euros a la aseguradora Mutua Madrileña, por las reparaciones realizadas en la casa tras el incendio que provocaron para tapar sus huellas.

Por su parte para C.B.M, novio de la chica asesinada, y D.M.A. solicita cinco años de prisión por robo con violencia en casa habitada y uso de arma como cooperadores necesarios.

Un asesinato brutal

En su escrito la fiscalía relata cómo se produjeron los hechos. En él señala que CBM, que había mantenido una relación amorosa con la hija de la familia, y con antecedentes penales; y FernandoS.P. (que no tenía antecedentes) empezaron a planear en febrero de 2024 cómo acceder a la vivienda para hacerse con una colección de relojes y dinero en efectivo.

C.B.M., por esa relación amorosa, tenía información detallada de las rutinas de la familia, de la distribución de la casa, de cómo acceder a ella y de dónde se encontraban esos efectos que querían robar.

Finalmente Fernando P.S decide llevar a cabo el plan el 12 de abril y avisa a sus dos compinches. Según la fiscalía los jóvenes llegaron a la vivienda en un Peugeot 207, propiedad de la madre de Fernando, dejándolo aparcado a unos 100 metros. Fue el propio Fernando el que entró en el interior de la vivienda y lo hizo solo y armado con una bayoneta de 40 cm de hoja que llevaba en el coche. Tras saltar la valla entró a la casa por la terraza de la cocina y se dirigió a la habitación de los padres, registrándola en busca de su botín. Los padres, que estaban durmiendo se despertaron con los ruidos y ahí el acusado “con ánimo de acabar con su vida y excediéndose del plan acordado con los otros acusados” les atacó “brutalmente” con la bayoneta y una navaja. El padre recibió 29 puñaladas en todo el cuerpo y una de ellas en el corazón, y la madre 14. Una de ellas le perforó el pulmón.

Después el presunto asesino salió al pasillo y se encontró con la hija de las víctimas a la que asestó siete puñaladas, una de las cuales le seccionó el cuello. Finalmente se hizo con varios relojes, joyas y dinero y para evitar ser descubierto prendió fuego a la vivienda, huyendo del lugar. El presunto asesino se refugió junto a su pareja en un hostal de Daganzo (Madrid) donde fue detenido el 14 de abril. Junto a él encontraron el botín del robo.

F.S.P. está en prisión provisional desde entonces mientras que los otros dos acusados están en libertad desde noviembre de 2024.

El juicio se celebrará entre el 10 y el 19 de noviembre, con jurado popular, en la Audiencia de Guadalajara.