Según el ayuntamiento el sexto toro quedó rezagado y se decidió que no participara en la suelta
El concejal de festejos recibe la felicitación del segundo teniente de alcalde bajo la mirada de la alcaldesa/ Ayto Guadalajara
El ayuntamiento de Guadalajara ha realizado un balance muy positivo del primer encierro de Ferias por el casco antiguo de Guadalajara, un evento que el concejal de festejos, Santiago López Pomeda, ha calificado de “histórico”.
Pomeda ha agradecido públicamente el trabajo de todo el personal implicado en la organización: fuerzas de seguridad del Estado, Policía Local, Protección Civil, Cruz Roja, voluntarios y demás entidades colaboradoras, “que han hecho posible que el encierro se desarrollara con total normalidad y seguridad”.
Hay que destacar que, en este primer encierro, y a pesar de las caídas, sólo se ha contabilizado un herido. Según confirma el ayuntamiento el suceso se ha producido en la calle Capitán Arenas cuando un corredor se ha caído al subir a una talanquera. Aunque el primer pronóstico era de herido leve ha sido trasladado al Hospital de Guadalajara para un mejor análisis debido a dolor que tenía en la zona de la cadera.
Un toro menos de lo previsto
La manada llegando al Jardinillo/ Foto Ayto de Guadalajara
Sobre por qué han corrido cinco toros y no los seis previstos, el concejal ha señalado que al abrir las puertas de los corrales uno de los toros quedó rezagado por lo que la organización, y ante la posibilidad de que se quedase solo cerrando el festejo, decidió “no incorporarlo al encierro para garantizar el bienestar del animal, la seguridad de los corredores y del público”.
Los concejales han hecho a pie el recorrido antes del encierro/ Ayto Guadalajara
Minutos antes del inicio del encierro, la alcaldesa de Guadalajara, Ana Guarinos, acompañada por miembros del Equipo de Gobierno, ha participado en un acto simbólico de descubrimiento de la puerta del nuevo recorrido, en el entorno del mercado de Abastos. A continuación, han recorrido junto a la organización todo el trazado en una inspección final, justo antes de que sonasen los tres cohetes lanzados desde la torre del campanario del Ayuntamiento, señal de inicio del encierro.