Deslucida tarde lastrada por la descastada y floja corrida de Zalduendo.

Tomás Rufo, por la puerta grande Ivan Fandiño./Fotos: Pepe Riofrío

 Salió por la puerta grande Tomás Rufo que fue el diestro que estuvo más comprometido. Sebastián Castella a su primero no lo quiso ver y el cuarto con poco se llevó una oreja. Mal Pablo Aguado que ratificó la mala impresión del año pasado. Solo media entrada en la más floja de la feria.

Seis toros de Zalduendo (Encaste Domecq): Desigual de presentación, algún toro como el segundo sin apenas cara. Muy flojos, descastados y nobles en general

Sebastián Castella: Bajonazo (silencio); dos pinchazos -aviso-, dos descabellos (silencio). Pablo Aguado: Estocada cruzada, cuatro descabellos -aviso-, tres descabellos -aviso- tres descabellos (silencio); estocada y cuatro descabellos (silencio). Tomás Rufo: Estocada y descabello (oreja con petición de la segunda); estocada y puntillazo (oreja con petición de la segunda).

Plaza de Toros de Las Cruces, cuarta y última de feria. Media entrada en tarde soleada y de temperatura agradable. Se desmonteraron Andrés Revuelta en el tercero y Fernando Sánchez en el tercero y sexto, Iván García lo hizo en el quinto. Tomás Rufo salió por la puerta grande.

Rufo toreando, y bien, por la derecha./Pepe Riofrío.

Pocas veces se ve salir de una Plaza de Toros a tres toreros con el traje tan limpio como ayer.Tendrían algo de arena pero la sangre de los toros no llegó a las costuras. Los más contentos que terminaron el festejo  fueron los mozos de espadas que no tuvieron que limpiar los trajes de luces.Les quitan algo de polvo y les sirve para torear el próximo día. Eso viene a demostrar la emoción que se vivió ayer en Las Cruces.

Un desplante de Rufo, el que más lo intento./Pepe Riofrío.El que le tocó ayer abrir la puerta grande fue a Tomás Rufó, porque alguien ha decidido que en Guadalajara todos los días de feria tiene que salir alguien a hombros: Por lo menos ayer era algo legítimo por las peticiones. No tuvo toros para hacer faenas largas pero por lo menos a cada toro les sacó dos tandas por la derecha al hilo. Luego ya algún pase suelto pero sin posibilidad de hilvanar tandas lucidas por la condición de los toros.Castella en un bonito natural./Pepe Riofrío.
Sebastián Castella no quiso ni ver a su primer toro, un manso descastado que se rajó a las primeras de cabio pero que incluso siendo manso tenía su lidia, que Castella no quiso dársela. En su segundo intentó enmendar la plana pero el astado duró la tanda de recibo de estatuarios en el tercio y otra de mucha calidad por la derecha; fue comenzar a sonar la música y acabarse el toro. Se atascó con la espada y perdió los trofeos de un público festivo.Pablo Aguado, un torero pinturero, no tuvo toros para hacer el toreo que le gusta y no supo que hacer con ellos. Con el descabello, un desastre./Pepe Riofrío.
El sevillano Pablo Aguado estuvo mal el año pasado cuando entro vía sustitución: De premio este año le traen de nuevo. Debió pensar que si este año estaba muy mal le traerían dos tardes en el 2026. El primer toro de su lote fue un manso descastado, sin opciones, pero ni siquiera se cuadró en la suerte suprema, ni con el descabello. Lo pasaportó cuando ya los bueyes estaban a punto de salir para llevárselo a corrales. En el quinto de la tarde ya se borró directamente. Nada más coger la muleta con un toro sin fuerza se dobló con él, por abajo, para castigarlo. Lo dicho, ni lo intentó.
Lo mejor de la tarde entre tanta vulgaridad fueron los tercios de banderillas del tercero y quinto toro, donde Andrés Revuelta, Fernando Sánchez e Iván García se desmonteraron tras cinco pares llenos de torería y exposición. Un oasis para los aficionados.

La Corrida de Zalduendo muy justa de fuerza no tuvo más opciones que los inicios de faena pero a la tercera tanda ya se habían acacabado.