Tiene gran valor jurídico e institucional
La carta plomada emitida por el rey Fernando IV en las Cortes de Valladolid el 14 de agosto de 1295, en plena crisis sucesoria tras la muerte de Sancho IV es el documento del mes de agosto que destaca el Archivo Municipal de Guadalajara.
Este documento, conservado en pergamino y recientemente restaurado, representa "un momento clave en la historia del reino de Castilla", ya que con apenas diez años, Fernando IV ascendía al trono bajo la regencia de su madre, María de Molina, en un contexto de gran inestabilidad política.
La carta plomada, validada con sello de plomo –símbolo de solemnidad y autoridad–, recoge un ordenamiento legislativo que confirma los fueros de los concejos y establece normas generales para diversos estamentos del reino: arzobispos, oficiales de la Corte, villas realengas, notarios, castillos y hermandades.
Según ha recogido el Consistorio en un comunicado, el documento refleja el uso del derecho como herramienta de gobierno y consolidación del poder real, y muestra el papel estratégico de los concejos urbanos frente a los desafíos de la nobleza.
Además, pone de relieve la figura de María de Molina, artífice de la estabilidad del reino, "cuya inteligencia política permitió mantener la unidad y legitimidad de la monarquía".
La carta plomada forma parte de una serie documental legislativa de alto rango y ha sido objeto de estudio por historiadores como Francisco Layna Serrano, quien la incluyó en su obra Historia de Guadalajara y sus Mendoza en los siglos XV y XVI, por su vinculación con los privilegios históricos de la ciudad. EFE