Se trata de la implantación de cajeros automáticos en las zonas rurales ante el abandono de los bancos de siempre para reducir sus costes

Cajero automático de Hiendelaencina gestionado por un banco privado.

La Diputación de Guadalajara participa este miércoles en la conferencia de los premios europeos 'The Innovation in Politics Awards' como finalista de estos galardones en la categoría de Desarrollo Local.

El proyecto por el que ha sido seleccionada como finalista es el de instalación de cajeros automáticos inteligentes en pueblos de la provincia situados en zonas rurales afectadas por la despoblación, con el objetivo de luchar contra la brecha financiera y facilitar a los habitantes de estas áreas el acceso a servicios bancarios, según ha informado la institución en nota de prensa.

En este sentido, el presidente de la Diputación de Guadalajara, José Luis Vega, ha considerado que la nominación como finalista de estos premios europeos ya es un reconocimiento internacional a las políticas de apoyo al medio rural de la institución.

Asimismo, ha indicado que ya son varios años de trabajo en beneficio de los pueblos de Guadalajara con muchas iniciativas novedosas para luchar contra la despoblación, con programas como 'Como en Casa' o las inversiones para ayudar a los alcaldes a mantener las infraestructuras municipales en buen estado.

En cuanto al programa de instalación de cajeros automáticos en pueblos que no tenían oficinas bancarias, Vega ha defendido que permite que cualquier persona que viva en las zonas rurales tenga a su alcance una entidad bancaria a través de estos cajeros para realizar distintas gestiones.

El acto en el que se decidirán los ganadores finales de estos premios europeos se celebrará en el Ayuntamiento de Viena (Austria) y una delegación de la Diputación de Guadalajara, encabezada por el vicepresidente segundo y diputado delegado de Centros Comarcales e Infraestructuras, David Pardo, participará en el evento.

El presidente de la Diputación, José Luis Vega, en la inauguración cajero automático de Galve de Sorbe. Archivo GDAhora se paga a una misma entidad financiera privada para que mantenga, instale o mantenga cajeros automáticos en diversos pueblos de Guadalajara tal y como se concluyó a través de un concurso público realizado al efecto para que no se perdiera el servicio bancario mínimo a los pueblos circundantes. Antes las entidades bancarias privadas mantenían sus oficinas de diferentes marcas en distintos pueblos de Guadalajara con personas atendiendo a los clientes mientras que eran rentables según sus planteamientos empresariales. Las estrategias de estas entidades financieras han ido paulatinamente reduciendo estas oficinas físicas abiertas para 'empujar' a sus clientes a utilizar las versiones on line o trasladarse a poblaciones más grandes para hacer sus gestiones casi diarias. 

Todo derivó en una flagrante inasistencia monetaria a mucha población, la mayoría mayores, con los inconvenientes asociados de adaptación con el motivo de reducir costes de personal, inmobiliarios y gastos corrientes y mantener los márgenes de beneficio que cada una de ellas hubiese marcado internamente.

Así, la Diputación se vió obligada a asistir, de alguna manera posible, a esta carencia o abandono de la banca privada en zonas rurales. Esto se consideró como "una vuelta más de tuerca" para que la despoblación aumentase.

La iniciativa política fue asumir los costes (y consiguientes beneficios) de estas entidades bancarias privadas para seguir manteniendo en lo posible el servicio de disposición de dinero en metálico a decenas de miles de personas en la Guadalajara rural.