Se llenó media plaza y debutó ante sus paisanos Izan Alonso, de 14 años.
El joven Izán Alonso, de 14 años, paseando sus trofeos.
Plaza de toros de Guadalajara, media entrada( gratuita). Clase práctica a cargo de la escuela taurina de Guadalajara, con invitación a las escuelas de Málaga y Almería.
Se lidiaron tres erales de Los Millares , bien presentados, de buen comportamiento en líneas generales excepto el desclasado segundo, y un añojo de Santafe Martón, de buena condición.
Pablo Sánchez, en un buen lance de capa.Abre la tarde el local Pedro de la Hermosa , poniendo en práctica su oficio y bagaje adquirido este último año. Se fue a porta gayola y recibió a su novillo con cadenciosas verónicas, puso banderillas con soltura, en la muleta trató de buscar siempre una buena colocación acompañado de un toreo templado y profundo. Estocada arriba algo contraria y perdió los trofeos por culpa del verduguillo.
Pedro Ruiz en un bonito derechazo.En segundo lugar salió un novillo burraco de Los Millares bonito y serio, lo recibió el alumno de la escuela de Málaga Antonio Arias con esforzadas verónicas ya que el novillo no ayudó. En la muleta trató el novillero de sacarle lo poco que tenía por el pitón derecho, pero el novillo no se terminaba de templar. Estocada arriba que deja al novillo sin puntilla, y vuelta al ruedo tras petición no atendida por el palco.
Pablo Sánchez al natural.En tercer lugar apareció por chiqueros el novillo más serio y cuajado de la tarde. Lo saludó el alumno de la escuela de Almería Pablo Sánchez con airosas verónicas. En la muleta el novillo sirvió y Pablo Sánchez supo verlo. Tandas cadenciosas y profundas por ambos pitones con alardes toreros mirando al tendido. El muy mal uso del estoque de cruceta dejó todo en unas palmas cariñosas para el joven torero.
Izan Alonso doblándose ante el novillo.En cuarto lugar el “plato fuerte” de la tarde, el debut ante sus paisanos de Izan Alonso, un joven de apenas 14 años que hizo las delicias del público, recibió a su novillo de rodillas con dos largas cambiadas y de pie con varios afarolados antes de ponerse a torear muy despacio por verónicas. Con la muleta el pequeño torero refrendó una grandiosa faena por ambos pitones, colocación, valor, temple… pongamos mucho ojo en este joven matador. Una grandiosa faena y la estocada arriba le dio las dos orejas de su oponente.
Antonio Arias, al natural.
Al final del festejo se soltaron vaquillas para los mozos de la ciudad.