Hace un mes aproximadamente, la tierra tembló y afecto a una región al este de Turquía y a la zona noroeste de Siria. Los informativos se llenaron de noticias con imágenes que nos impactaban y que buscaban la solidaridad.
En el grupo de WhatsUp de Abriendo Fronteras Guadalajara se habló durante las primeras horas de lo que iba a suponer para una zona del mundo tan castigada por la miseria y por la guerra reciente. Y nos decidimos pasar a la acción. Llamamos a la gente del Rincón Lento que, con cualquier excusa, se suman a todo lo que se le propone, y el mismo miércoles por la tarde nos poníamos ya a hacer el cartel. Teníamos la información que la Embajada de Turquía en Madrid iba a estar recogiendo, y la compañía aérea Turkish Airlines también facilitaba la entrega de material en su terminal de carga.
¿Y cómo se hace esto? Una lo sube a las redes sociales, uno escribe a los medios de comunicación, otra lo puede mover por diferentes grupos que conoce a mucha gente, otro ya tiene experiencia de haber hecho algo parecido y puede estar pendiente.
Y van sucediendo cosas …
En primer lugar … el miedo. Se han enviado los mensajes y no se ve respuesta en la gente. ¿habrá llegado? ¿se habrá entendido? Te imaginas llevando una caja que hemos montado con la gente que lo hemos movido, y que ya no nos cabe apenas porque lo que tenemos, lo compartimos. Empieza a responder la gente, llaman los primeros medios de comunicación, recibes en el teléfono la convocatoria que habías hecho desde otros grupos que no tienen nada que ver de donde lo enviaste, y respiras con calma.
Por la tarde llegan los primeros paquetes al Rincón. Hay movimiento esa tarde y se va llenando el sótano. Viene la televisión, y mientras graba, se ve por las cámaras la llegada de gente. Entidades que nos apoyan, se suman para ofrecerse a colaborar en esta recogida. Y suma y sigue. Esto funciona … y hay una respuesta preciosa de solidaridad.
Os aburriríamos de ejemplos: personas que compran específicamente para la ocasión, que nos trae el ticket de compra, gente que ha recopilado en su entorno, y aún necesitándolo, cree que allí lo van a necesitar más, gente que se cruza la ciudad andando con las cajas empujándolas en un carro de compra.
El viernes por la mañana empieza la preocupación. Esto se nos puede ir de las manos. Y aparece la empresa Ondu Embalaje Hinojosa Packaging, que nos ofrece cajas, las que queramos, del tamaño que queramos, para preparar los envíos. Nos acercamos a buscarlas a Alovera y nos llevamos casi 100. Cuando pensamos donde podemos almacenar lo que hemos recibido, aparece Transportes Chicharro, que se harían cargo de recoger lo que tenemos y se lo llevarían a su nave. ¡Cuánta ingenuidad! Llegan con una furgoneta el viernes por la tarde, que se llena y no se nota apenas porque los espacios los tenemos llenos (sótano, sala grande, sala pequeña). Es en ese momento cuando se toma la decisión de no aceptar más donaciones. La gente sigue llegando, pero se explica que no se puede, que el espacio está lleno. La gente, la maravillosa gente, nos agradece lo que está haciendo y se queda a la espera de nuevas convocatorias u otras entidades que también puedan recoger ropa para llevar allí.
El viernes por la tarde y el sábado por la mañana, más de 20 personas voluntarias, organizan y empaquetan todo lo que habíamos recibido. La gente, cansada pero contenta, se siente muy satisfecha con lo que ha hecho. Se queda todo preparado para que el lunes, otro grupo de personas voluntarias, en esta ocasión con furgonetas, lo pudiera acercar a la nave de Chicharro.
Con las furgonetas preparadas, recibimos la noticia que el colapso en el aeropuerto, bloquea la recepción también en Chicharro, por lo que tenemos que buscar una alternativa ya que en el Rincón todas esas cajas no se podían quedar. Y nuestra compañera Sandra ofrece un espacio con el que cuenta, donde podemos dejar las cajas a la espera de saber dónde, cuándo y cómo podemos llevarla.
Queremos sacar las cosas adelante. La demostración solidaria que nos ha ofrecido la ciudad no la vamos a perder. Nos gusta este cariño, esta solidaridad, esta entrega generosa y valiente. Nos gusta esta Guadalajara que se quita lo poco que tiene para darlo a quién más lo necesita. Somos mucho mejores de quienes venden miedo e individualidad. Nos gusta lo colectivo y lo que sale del corazón. Ojalá que lo vivido sea algo más que entregar una caja con lo que tienes en casa o has comprado para la ocasión. Ojalá que sea el comienzo de algo colectivo, que supere el miedo al otro (o al diferente), y sea inclusivo, solidario y participativo.
No hemos parado aquí. Debido al colapso tanto de la embajada de Turquía como del aeropuerto y, dado que en su momento fueron no pocas las personas que se preocuparon e interesaron por cómo hacer llegar ayuda a Siria, teníamos claro que queríamos que nuestra recogida llegase allí.
Estamos en una contra-reloj. Hace mucho frío, la gente está en la calle, no tiene nada. Y nuestra humilde aportación está en un almacén de Guadalajara.
Varias compañeras de Abriendo Fronteras se ponen manos a la obra y comienzan a hacer gestiones para intentar que nuestra recogida pudiera ir a Siria: se contactó con las Organizaciones que están llevando material a las víctimas del Terremoto, se contactó con varias Asociaciones que están en el terreno, se contactó con Entidades de apoyo en ciudades de Turquía y Siria, se ha llamado a Misiones Consulares, e incluso a algún Director General de algún Ministerio... ¡hasta se hizo un video en la nave de Transportes Chicharro para un canal de TV Sirio gracias a un periodista de Baynana!
Por fin, tras días de gestiones y espera, el martes 7 de marzo nos avisan de la Fundación SEUR que vendrán hoy a primera hora de la tarde a recoger todo el material. Son unas doscientas cajas y paquetes que suman dos toneladas de solidaridad lo que hay que cargar. Nuevamente se hace llamamiento para aquellas personas que puedan acudir a echar una mano. A pesar de la dificultad de la hora y el poco margen para cambiar las agendas, acude un número de personas suficientes para que el trabajo sea más llevadero y algo menos costoso. Poco a poco, caja a caja, paquete a paquete, el trabajo en equipo y la buena disposición de los propios trabajadores de SEUR, una camioneta queda completamente llena. Como todavía queda mucho almacenado, acude a la llamada otra furgoneta de la empresa de transportes con la misma predisposición a ayudar y colaborar con la causa.
Es emocionante contar que finalmente se ha conseguido tejer una red de ayuda y todo el material aportado por las vecinas y vecinos de Guadalajara en El Rincón Lento, irá a las zonas de Siria donde apenas está llegando ayuda humanitaria.
Es triste pensar que es necesario que ocurran desgracias terribles para que reaccionemos, pero es hermoso saber que, en caso de necesidad, la humanidad responde con solidaridad, fraternidad y mucha mucha generosidad. Ojalá estas tres palabras formasen la copa de un árbol de hoja perenne.
Alzamos esa copa y brindamos por Guadalajara y sus gentes que plantan semillas para que crezcan muchos muchos árboles de hoja perenne con los colores de la solidaridad, fraternidad y generosidad.
Abriendo Fronteras Guadalajara