Los vecinos de la zona del río Henares piden que se cumplan los compromisos que hicieron los políticos en sus programas electorales
Los vecinos de las Asociaciones de Vecinos Río Henares y Estación-La Chopera están muy preocupados por la situación en que se encuentra el puente árabe.
Ven como pasan los meses y, a pesar de las promesas, ninguna institución ha hecho nada para sacar a la luz los ojos del puente, que han quedado semienterrados, ni para arreglar la barbacana del río, un pequeño muro de piedra entre el que está creciendo maleza con tallos leñosos y que si nada lo impide acabará en el lecho del río Henares.
Los vecinos, que ya denunciaron la situación en el mes de marzo, recibieron el apoyo de todos los partidos que se presentaron a las elecciones municipales del mes de mayo, pero desde entonces no ha habido ningún movimiento. Las obras de construcción de la gran rotonda en torno al puente están prácticamente terminadas y los vecinos temen que caiga en el olvido. A mediados de octubre volvieron a presentar en el consejo de barrio un escrito pidiendo al ayuntamiento soluciones, sin que, de momento, hayan tenido respuesta.
Piden desenterrar el puente por completo y restaurarlo
“Hay que ponerse a trabajar, realizar un estudio arqueológico y elaborar una hoja de ruta que ponga en valor al completo este valioso monumento”- piden desde estas asociaciones. “Para conservar mejor este monumento no solo es suficiente iluminarlo de una manera parcial, actuación que se realizó a principios de año. Sería necesario sacarlo a la luz por completo en ambos lados, desenterrarlo y restaurarlo”.
Una mala solución
Los vecinos, que cuentan además con el apoyo de la asociación DALMA, están en desacuerdo con la solución que se ha dado al puente árabe sobre todo en la cara que mira hacia Fontanar. Allí se han despejado varios ojos, pero no se han abierto al río de manera que en la cara que da a la Chopera siguen cegados.
En ese lado los ojos aún están totalmente sepultados por un terraplén de tierra que también afecta al molino del Duque, además de un antiestético muro de hormigón sobre un montículo de grandes piedras, que tapa totalmente la arquitectura del propio puente.
Eso provoca que los ojos, ahora descubiertos, se llenen de barro y cieno en vez de convertirse en una zona más por donde pase el río.
De hecho, el pasado el pasado jueves día 19 de octubre, que llovió de forma importante en Guadalajara, los ojos quedaron anegados por barro y agua y esa zona en la que se han instalado bancos para sentarse, se convirtió en una gran balsa. Días después unos operarios estuvieron retirando unas rejas que se han colocado para que nadie entre en los ojos, limpiando la zona y volviendo a poner el enrejado. Una operación que difícilmente se repetirá cada vez que haya una crecida por lo que será “una manera de enterrarlo definitivamente”- denuncian los vecinos.
No quieren parches
“Independientemente de la recuperación en su totalidad de esta riqueza patrimonial histórica, desde el punto medioambiental no se deberían poner puertas al campo, ni obstáculos a la naturaleza. Si en algún momento nuestros antepasados construyeron esos ojos sería por algo. Posteriormente, por circunstancias que desconocemos, se taponaron, pero no deberíamos empeñarnos en reincidir en el error. Nuestro proyecto es un trabajo lento y muy cuidadoso, pero en algún momento tendremos que empezar a diseñar una hoja de ruta que nos descubra en su totalidad este valioso patrimonio. El ejemplo que tenemos en Guadalajara es, sin duda, digno de una restauración integral, no de soluciones parciales, parches y maquillajes que enmascaran esta joya de la arquitectura que, a veces, a los arriacenses nos cuesta poner en valor”.
Recordar que el puente medieval sobre el río Henares tiene cinco grandes ojos desiguales entre sí, todos en bóveda de medio punto excepto el más grande que dispone de una sección algo apuntada. En la parte más alejada de la ciudad existen, por lo menos, otros cuatro ojos y sus correspondientes tajamares.
El 3 de junio de 1931 el puente fue declarado Monumento Histórico Artístico, razón por la que hoy sigue siendo una construcción protegida con la categoría de Bien de Interés Cultural.